viernes, 18 de diciembre de 2020

Decálogo de AUTOGESTIÓN : Visión de helicóptero


                                                                   

               VISIÓN DE HELICÓPTERO


       

    "Tenemos la capacidad de ver, pero, también, la responsabilidad de ampliar nuestra visión." 
Eduardo Larriera




Sin duda aspiras a llegar a obtener unos ingresos con los que puedas satisfacer tus necesidades personales. Son estas, las necesidades,  las que dan en buena parte la  respuesta a que es lo que nos mueve en la vida  y justifican el por qué hacemos lo que hacemos. 

Estos ingresos puedes garantizarlos a través de diversas fuentes,  de las cuales, las  más representativas  son la de establecerte en el mercado laboral por tu cuenta o la de ingresar en una empresa. En ambos casos necesitas desarrollar tu empleabilidad.

¿Qué es la empleabilidad? 

Las probabilidades que cada uno tenemos de colocarnos  en el mercado laboral, si decidimos entrar en el mismo, o cambiar de empresa en la que prestamos nuestros servicios actualmente.  Como bien sabes,  van desde cero a uno, desde un 0 % hasta un 100 % . Los entornos globales y competitivos en los que nos movemos hoy en día, exigen  atraer, retener, motivar y ayudar a desarrollar a los mejores, es decir, va a exigir a las empresas  como receptoras y gestoras del talento hacerlo de  manera efectiva y operativa.

Si te incorporas al mercado laboral con un buen expediente,  lo normal, a mi juicio, es que tengas en cuenta la siguiente fracción para ver lo que te ofrecen: Arriba, en el numerador,  aparecen tres conceptos: Dinero + Tareas + Proyecto de empresa. Abajo, en el denominador, aparecen dos: Incomodidades e Incertidumbre.

 En función de donde pongas el foco, de como priorices cada término del numerador, podrás calcular las probabilidades de caer en un trabajo con un elevado grado de precarización o, por lo contrario, un trabajo que te permita lograr un alto desarrollo personal y profesional. En otro artículo posterior explicaremos la combinación más óptima de los términos de la fracción. Decirte, anticipando un poco la cuestión,  que si tan solo tienes en cuenta el dinero del numerador y las incomodidades del denominador, corres un gran riesgo de que termines haciendo, el resto de tu vida, un trabajo precario y poco estimulante. Te estarías moviendo estrictamente por una motivación extrínseca – “ganarse los garbanzos”- y  considerando el trabajo como castigo: "ganarás el pan con el sudor de tu frente". En poco tiempo te convertirías en un rehén - persona no vinculada a la empresa y no motivada en su trabajo, sin coste de oportunidad alguno, sin opciones.  Te perderías los grandes alicientes que proporciona un trabajo considerado como fuente de realización personal que activa la motivación intrínseca y la trascendente. 

 ¿Quieres tener unas altas probabilidades, cuando decidas acceder al mercado laboral,  ya no solamente encontrar un trabajo cualquiera sino uno que te permita desarrollar, también, la motivación intrínseca y la motivación trascendente?







Si tu respuesta es sí, no puedes demorar tu preocupación,  y sobre todo,   tu ocupación,   hasta cuando llegue el momento. Es necesario que comiences ya a ocuparte de ello.

¿Cómo cuidar la empleabilidad? 

Cuidando tu auto desarrollo. Este auto desarrollo es fundamental. Para los más jóvenes, para ti, ya lo hemos dicho: desarrollar tu empleabilidad:  “Diseña tu futuro pues es en donde  pasarás el resto de tu vida”. Para los no tan jóvenes, para renovar  sus activos que con el tiempo se van deteriorando. El que no invierte en su capital intelectual y emocional,  podría estar  teniendo unos ingresos irreales que en el tiempo no sería capaz de mantener. Por eso es importante que incorpores en tu vida el concepto de “amortización personal



El auto desarrollo, la mejora continua personal,  tiene lugar cuando la persona cree en sí misma. Todo proyecto, objetivo o meta necesita tener cierto sentido de certidumbre. Está relacionado  con la auto eficacia: las probabilidades subjetivas con las que calculamos las posibilidades de éxito en una tarea antes de emprenderla. Si estas son bajas, si nos falta el sentido de  certidumbre, no tendremos la energía suficiente para llegar. Si las probabilidades son altas, si crece nuestro sentido de certidumbre, utilizaremos todos nuestros recursos, a veces, de manera  insospechada. Por eso el primer paso es creer. Si no lo creo no lo veo.

Hay personas que ignoran los recursos que tienen. Otras, son conscientes de sus recursos personales pero no le saben sacar partida, no saben utilizarlos eficientemente. También hay  personas que saben los recursos que tienen, saben cómo utilizarlos, pero, no quieren utilizarlos.





 Finalmente, hay personas que son muy conscientes de sus recursos, saben y quieren utilizarlos y los utilizan.  

El objetivo de esta formación es contribuir a que un mayor número de personas  forme parte de este grupo y, también, a que las que ya forman parte del mismo adquieran herramientas prácticas y abaladas que le faciliten el desarrollar su potencial. 



Ver Video:

 https://tv.uvigo.es/video/5b5b62fe8f420804526d0554?track_id=5b5b62ff8f420804526d055b.

 

La  premisa de  la que  partimos es que  lo importante no es lo que somos sino lo que podemos llegar a ser. Este “poder llegar a ser” comienza por el sistema educativo, el cual constituye el pilar fundamental sobre el  que se asienta el desarrollo futuro de nuestra sociedad.

Un alto desarrollo personal y profesional  requiere un alto entusiasmo.  Conseguimos estar entusiasmados cuando nos gusta lo que hacemos. Disfrutamos con  lo que hacemos y creemos en ello. Esta es la base de los resultados que obtenemos. A veces la creencia es más poderosa que el cálculo de probabilidades.

 Para conseguir resultados tangibles partimos de dos ideas que, en principio, pueden parecer contradictorias:

 “Nada más práctico que una buena teoría”

"Las teorías no sirven de mucho si no nos ayudan a mejorar nuestra práctica cotidiana”